"Hay que prender fuego todo".

🎬1er episodio de ¿Quién te dijo eso?

Hola, ¿cómo estás? Soy Lucas, me sumé este año a Comunicación para la Igualdad y me gustaría contarte un poco más sobre ¿Quién te dijo eso?, el proyecto donde vas a verme junto a Ludmila durante los próximos meses.

Año de elecciones, momento difícil en Argentina y ocasión para que emerjan propuestas disruptivas, distintas, que al menos nos sacudan la resignación, que terminen con años de política corrupta y prendan fuego todo, empezando por el Banco Central. Pará, bancá un minuto: ¿quién te dijo eso?

Lucas Reydo

Digamos que, o sea

Durante la campaña legislativa de 2021, y en particular luego de ganar una banca en el Congreso de la Nación, el diputado liberal-libertario Javier Milei propuso la eliminación del Banco Central de la República Argentina. Si no lo saben, el Banco Central es el que establece lo que se llama la política monetaria de un país. Entre otras cosas, su objetivo es el de mantener la estabilidad del sistema financiero, garantizar la solvencia y liquidez de los bancos, pero quizás sea más conocido por ser la entidad que maneja La maquinita.
El Banco Central es la entidad que se encarga de la emisión monetaria, literalmente de imprimir los pesos que usamos todos los días para comprar, o sea, digamos, los productos y servicios que usamos. La razón por la cual Milei quiere no solo eliminar, sino prender fuego el Banco Central, es porque aplica el razonamiento de la demanda y la oferta en relación al dinero. Esto significa que cuantos más pesos haya en circulación en el mercado, menos incentivos va a haber para quererlos, lo que significa que van a valer cada vez menos, lo que se traduce, entre otras cosas, en inflación. Si acabamos, o mejor dicho, o sea, digamos, quemamos el Banco Central, acabaríamos con la inflación. ¡Era muy fácil al final! Bueno no, tanto, porque al eliminar el Banco Central, no es que podemos manejarnos con los pesos que nos quedan. Como emisor de dinero, el Banco Central también respalda el valor (por más móvil que sea) del dinero, por lo cual el peso argentino ya no funcionaría como valor de cambio. ¿Qué alternativa propone Javier a esto? Adoptar una moneda relativamente estable no controlada por el Estado Nacional, el dólar. Desde el año pasado, el dólar tuvo una inflación aproximada del 6% en total, bastante menos que el peso argentino en sólamente en el último año. 
Según Milei, el único impedimento para una dolarización es la voluntad contraria de la clase política, o la CASTA, como le gusta decir a él. Los políticos nos ponen impuestos que no nos gustan, nos dicen cuándo podemos o no salir de nuestras casas, no nos dejan invertir en lo que queremos, ni comprar los dólares que queremos, y encima le dan a la maquinita para darles plata a los que podrían quejarse. Y a partir de eso los votan, se enriquecen y el ciclo continúa. 

Prender fuego todo prende fuego todo

Hagamos un pequeño ejercicio progre-no progre de pensar las consecuencias de la dolarización. Cuando Milei habla de dolarización, sin lugar a dudas a primera vista suena como un planteo muy atractivo, porque a todos nos gustaría cobrar en dólares. Pero el problema de la dolarización es que implica que el peso argentino dejaría de funcionar como moneda de cambio en todos los ámbitos, y el Banco Central, antes de ser incendiado, tendría que absorber todos los pesos circulantes en la economía. En el video te contamos las consecuencias de esta operatoria, y como está un poco simplificado (es un video cortito después de todo), te recomiendo ver un informe mucho más completo acá.
Es fácil también encontrar culpables puntuales de nuestras desgracias, y es cierto que Javier Milei la tiene fácil en tanto la experiencia del gobierno de Mauricio Macri y la del actual gobierno de Alberto Fernández fueron fallidas (por unas u otras razones) con respecto a muchos de sus objetivos. Esa es la casta culpable de todas nuestras desgracias actuales. Y sin exculpar a nadie de sus respectivas gestiones, el problema del concepto de casta es que parece bastante arbitrario con respecto a su adjudicación. Las castas son un tipo de sistema social en donde el estatus de una persona se tiene de por vida y se transmite de generación en generación. Y, si entonces, Ofelia Fernández fuera parte de la casta, ¿por qué no Patricia Bullrich, militante montonera en los 70 o Ricardo Bussi, candidato de Javier Milei en Tucumán e hijo de Antonio Domingo Bussi, condenado entre otras cosas por la desaparición de 72 personas durante la última dictadura militar? ¿Por qué no serían casta? ¿Qué hicieron para zafar? 
Sin dejar de lado la “virtud del egoísmo” o la satisfacción individual, la idea de esta serie es pensar las consecuencias de las soluciones fáciles que le huyen a lo colectivo. No a la casta, sino a las demás personas que, como vos, también padecen de la inflación, de no llegar a fin de mes y de no tener perspectiva de futuro. Hay algo de la promesa libertaria de decir “nunca se hizo pero siempre funcionó” que sirve como confesión de parte. Muchas de las reformas económicas “fáciles” que se plantean, que van desde la dolarización hasta la privatización de los servicios públicos como la salud y la educación, ya fueron ensayadas en momentos de nuestra historia que, aunque lo creas, parecían más oscuros que ahora. La idea es recordarlas, pensarlas, y tratar de evitar que vuelvan a suceder, para que no se prenda fuego todo. 

1 comentario en ““Hay que prender fuego todo”. Primer episodio de la serie ¿Quién te dijo eso?”

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